Gusanos: el estadio más explosivo en el desarrollo de palomillas y mariposas

Las mariposas y palomillas son insectos bastante inofensivos, pero sus estadios larvarios pueden hacer mucho daño y tienen un apetito voraz. Aunque los gusanos son sólo un eslabón en el ciclo de vida que va del huevo a la mariposa, en esta fase se vuelven hasta dos o tres mil veces más pesados.

Las hembras de las mariposas y palomillas a menudo ponen huevos en grupos sobre las hojas u otras partes de las plantas. Algunas especies los separan, otras ponen una fila de huevos, mientras que otras los depositan en capas.

Tanto la forma, color y patrón asi como la cantidad de huevos pueden variar dependiendo de cada especie. Algunas pueden colocar docenas de huevos mientras que otras alcanzan hasta miles.

Cuando el pequeño gusano emerge del huevo son insaciables y comen casi continuamente, excepto cuando mudan de piel, provocando enormes daños a los cultivos. En algunas especies, unas pocas docenas de gusanos pueden atacar tan ferozmente a una planta durante veinticuatro horas que ya no es posible salvarla.

A medida que los gusanos se alimentan, se van desprendiendo de su piel. El número de veces que un gusano muda de piel puede variar de tres a más de diez, pero la mayoría de las especies lo hacen cuatro o cinco veces antes de pupar.

Cuando un gusano está completamente desarrollado, deja de comer y busca un lugar adecuado para pupar, proceso mediante el cual utiliza sus glándulas de seda para hacer un capullo con hilos. El capullo puede estar en un rincón donde se superpongan dos o más hojas o en lugares donde puedan enrollarse en la misma hoja. Estos gusanos no siempre tienen que encerrarse en un capullo: algunas especies se dejan caer al suelo y se esconden en un hoyo subterráneo, que refuerzan con saliva e hilos de seda. El aspecto de una pupa es muy diferente al de un gusano, ya que es más corta y adquiere una apariencia aerodinámica. La piel presenta arrugas al principio, pero con el tiempo se abre y deja al descubierto la cutícula brillante que se mantiene prácticamente inmóvil con excepción de una pequeña parte del abdomen. La cabeza, la probóscide, las alas y las patas se desarrollan en la parte anterior, y con el tiempo, la pupa se transforma en mariposa.

Cuando la mariposa o polilla está completamente desarrollada, emerge de la pupa. Primero, busca un lugar adecuado al que adherirse y, a continuación, con movimientos apenas perceptibles del abdomen, la mariposa utiliza sus fluidos corporales para "llenar" las venas de las alas y así desplegarlas. Este proceso dura de diez a veinte minutos. Las alas se endurecen al cabo de una o dos horas, tras lo cual la mariposa o polilla puede volar por el mundo.

Existen métodos biológicos para combatir eficazmente a los gusanos, como los nematodos entomopatógenos.